Vuelven los Mirreyes
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Esa especie de primate, moderno y bien vestido, casi siempre un macho joven que carece de cerebro y actúa con base en impulsos primarios, cuyo papel en la evolución es involucionar en su entorno social, parece ir cobrando más presencia en las regiones del país.
Su comportamiento es gregario, agresivo en compañía de sus congéneres pero tremendamente cobarde en solitario.
Su evolución social ha ido del “influyente”, por ser “hijo de…” – en el sentido biológico y no social- hasta el actual mirrey, un muchacho adinerado y prepotente por herencia y abandono.
Estos especímenes son comunes en todo el país pero hay lugares donde, por ser pocos ejemplares, pareciera que su violencia incrementa bajo el amparo de la impunidad y la protección que sus progenitores les profieren.
Más allá de una descripción antropológica, cuyas entrañas han sido destapadas con excelencia por el periodista Ricardo Raphael, conviene siempre hacer la denuncia de sus actos y la vigilancia de su castigo.
En Puebla, ocho jóvenes propinaron salvaje, artera y cobarde golpiza a otro, quien iba acompañado de una mujer a quien los patanes agredieron y, al defenderla como corresponde, recibió brutal paliza que tiene en riesgo su integridad.
Tristemente algunos de esos jóvenes descerebrados son originarios de Hidalgo, de Pachuca, una tierra fértil para la crianza de mirreyes de baja calidad, por la escasez de justicia y la imperante impunidad.
Son hijos, apuntan las investigaciones, de una prominente empresaria y de un alto exfuncionario, de quienes se tienen sus nombres pero por razones legales habremos de omitir hasta el punto de lo indispensable.
Prueba de fuego para la justicia de este nuevo régimen, prueba de fuego para la nueva forma de gobernar.
Huelga decir que estaremos pendientes del curso de las investigaciones, pues el país entero lo estará.