Por Desesperante fracaso de la “política” de seguridad.
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
El fracaso de la “politica” de seguridad del presidente de la República es histórico; la patraña demagógica de que “se atienden las causas” no solo es inútil sino inexistente; el eslogan de “abrazos, no balazos”, es una ocurrencia que pasará a los anales anecdóticos como un “single” propagandístico, que convalidó el avance de la violencia y el crimen en el país.
Ese odio patológico que Andrés Manuel López Obrador y sus más febriles seguidores – quienes lo siguen por convicción y quienes lo siguen por conveniencia- le tienen a Felipe Calderón, por haberle ganado la presidencia en 2006, se convirtió en la obsesión de no parecerse en nada al expresidente panista.
Y en materia de seguridad, viró 180 grados para dejar de combatir, hasta el mínimo indispensable, a las bandas de criminales organizados y desorganizados.
Eso no solamente solapó las actividades ilícitas de estos grupos, sino que alentó a otros para convertirse al delito, amparados en el manto protector de las causas sociales, del humanismo fraternal.
El chofer ejecutado el día de ayer, a balazos, en la carretera México-Pachuca, a plena luz del día, muestra claramente el nivel de impunidad que existe en todo el territorio nacional.
Hoy, ya no solamente se ven estas escenas en el norte del país, en Sinaloa, en Durango, tampoco en Jalisco o Veracruz o Morelos o Michoacán.
Tampoco en Colima o en Zacatecas o en Tamaulipas.
La extorsión que delincuentes han convertido en un negocio en Tizayuca ha sentado sus reales y para desalojar sus posaderas habrá que invertir recursos, pantalones y balazos.
Con abrazos no saldrán de Hidalgo, eso es claro y eso lo sabe perfectamente el gobernador Julio Menchaca y su gabinete de seguridad.
La visión socialmente romántica del presidente López Obrador, en cuanto a que los delincuentes delinquen por falta de oportunidades y no por pertenecer a una industria ilegal altamente redituable es un fracaso, irresponsable y ególatra demagogia.
El llamado “corredor seguro”, que comprende a la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo, falló en una de las carreteras más transitadas del país.
La acción gangsteril de los delincuentes al asesinar a un chofer de transporte público desbarata cualquier discurso que durante un lustro ha demostrado ineficacia, absoluta y desesperante ineficacia.
Ya se va Alfredo del Mazo, gobernará a nuestros vecinos mexiquenses Delfina Gómez, una política sin personalidad propia quien no dice una palabra sin la anuencia del presidente.
Dios nos agarre confesados.
