El feminismo político de hombres, una farsa demagógica
Por: Fernando Hidalgo Vergara
Ningún político hombre que se auto nombre “feminista” es confiable.
“El presidente más feminista de la historia”, como llamó la exfuncionaria Irma Eréndira Sandoval a Andrés Manuel López Obrador, el 23 de febrero de 2020, una y otra vez comete actos de violencia política de género y violencia de género sin siquiera darse cuenta y sin que le importe un demonio.
Mujeres activas en la política, como las hidalguenses Xóchitl Gálvez y Carolina Viggiano, han sido víctimas de esta clase de violencia por parte del mandatario.
La propia Viggiano Austria, al desplazar sin razón alguna a dos mujeres de la dirigencia estatal del PRI en favor de un hombre, incurrió en la grave práctica.
No hay gabinete paritario federal ni en Hidalgo, como han presumido autoridades de ambos órdenes una y otra vez, en contra de las simples matemáticas y del sentido común.
La legislatura de la inclusión, como llaman pomposamente diputados y diputadas a la que actualmente está en funciones, tiene a una sola mujer en la Junta de Gobierno, principal órgano de dirección administrativa del Poder Legislativo en Hidalgo.
Una sola mujer, en toda la historia del estado de Hidalgo, ha encabezado el Poder Legislativo, remando en contra de falsos discursos feministas y verdaderas acciones misóginas, de propios y de extraños.
La peor demostración, sin embargo, de que el discurso feminista de hombres y mujeres es una farsa política y demagógica, es cuando se ataca únicamente al adversario cuando incurre en violencia política de género.
Solo las mujeres afines son dignas de respeto, las adversarias, en automático pierden su derecho a ser tratadas de forma igualitaria. Una farsa repugnante.
Así ocurrió con las más recientes acciones y declaraciones del presidente López Obrador.
En el colmo del absurdo, el mantario preguntó, indignado, si la “violencia” en contra suya no debía ser catalogada como violencia de género.
Las mujeres expertas en género, que tanto avanzaron y lucharon en contra de políticos y gobiernos de anteriores regímenes, guardaron un silencio ominoso.
Como en Hidalgo, como en la Federación, como en todo el país, cuando un hombre actúa o declara con machismo y misoginia, las mujeres que siguen sometidas al patriarcado político guardan silencio.
El avance selectivo es un retroceso efectivo.