Por La connotación de Zacualtipán
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
El conflicto ocurrido en Zacualtipán el pasado martes tendrá que ser investigado desde sus raíces más profundas, como ya lo informó, ayer, el gobernador Julio Menchaca.
Todas las connotaciones que pueda albergar este hecho de violencia cuyo detonador principal fue la precaria educación, preparación y sensibilidad de policías municipales de esa demarcación.
La Fuenteovejuna, célebre dramaturgia del aún más célebre madrileño Félix Lope de Vega, mencionada por el mandatario estatal no está alejada de la realidad, no como cita literaria sino como fenómeno social.
Las causas van más allá de la rabia que los pobladores experimentaron al saber que un hombre de su comunidad había perdido la vida luego de ser golpeado artera y cobardemente por policías, por autoridades que, teóricamente, deben salvaguardar la tranquilidad y el orden público en el municipio.
La investigación ordenada por Menchaca incluye detalles cuyo propósito es causar estropicios de manera voluntaria, más allá de una comprensible indignación.
El que surgieran voces señalando “ingobernabilidad” en el estado, constituye no solo un oportunismo político ramplón sino, en el fondo, la causa que aprovecha una coyuntural desgracia.
El “pueblo bueno” no existe cuando, convertido en masa combustible, estalla con la más leve chispa oportunamente colocada, como la incapacidad política del alcalde, expriista ahora Gepista.
Ese antecedente político es un fósforo encendido en medio del charco de gasolina en que se convirtió una pequeña turba que, con gran facilidad, incitó a la población a causar destrozos.
La teoría política explica que la ingobernabilidad es una sistemática sobrecarga de demandas sociales insatisfechas, ante la cual los gobernantes son incapaces de llevar un gobierno legítimo y enfrentan el descontento y la presión social.
Eso, en Hidalgo, al día de hoy, no existe.
Quizá esa legitimidad con la que Menchaca llegó al poder sea la motivación para buscar, o causar, infiernillos.
Eso, sin duda, sí puede existir. La investigación dirá.
