Sigue pleito Legislativo-Ejecutivo
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Primero los dicterios, digamos, velados, en Tribuna; después, una carta muy áspera dirigida al superior jerárquico del interpelado, el caso es que el pleito entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo del estado sube de tono.
Miguel Tello, titular de la Unidad de Planeación del gobierno del estado reclamó a algunos legisladores por asumir un papel de “gestores” de obra pública en algunos municipios.
Luego, en el revire, los legisladores le reclamaron su osadía y le recordaron que existe la división de poderes y el respeto debe existir hacia el trabajo de los diputados.
El funcionario estatal tuvo que ofrecer una disculpa, a regañadientes, sin dejar de señalar que su postura original, en contra de que legisladores “se agandallen” la inauguración o gestión de obras públicas incluso antes que el propio gobernador, no iba a cambiar.
Pero el pleito fue más allá.
A través de una misiva, firmada por 21 legisladores, elevaron el tono y la jerarquía del reclamo al dirigirse directamente al gobernador del estado para recriminar el injusto proceder del poderoso funcionario estatal.
Ahí, los diputados fueron particularmente rudos, pues le dejaron claro a Tello Vargas que él es solo un “empleado del gobernador” y ellos, los diputados, son “servidores del pueblo”, que “nos debemos al pueblo que nos ha elegido para que seamos voz de sus intereses y peticiones”.
Se azotaron, pues, los diputados.
Finalmente, la misiva sentencia que “Miguel Ángel Tello Vargas carece de toda competencia y autoridad legal para reconvenirnos o enjuiciarnos por el desempeño de nuestras atribuciones o por la manera en que atendemos a la ciudadanía”.
El trasfondo del asunto va más allá del orgullo zaherido de los legisladores, de que hayan visto mancillada su virtuosa potestad de servirle al pueblo, no, el problema de fondo es que los legisladores ven en peligro la gestión que, como hemos mencionado, tienen facultad para llevar a cabo, incluso gracias a la partida presupuestal que el Congreso designa para tal efecto.
La división que se advierte en la misiva dirigida al mandatario estatal determina el sino y el origen del reclamo, faltan nueve legisladores, entre ellos los llamados “Morenos auténticos”, quienes no pertenecen al Grupo Universidad y, además, lo que llama la atención, la ausencia de la firma de Julio Valera, coordinador del llamado GPI y de Alejandro Enciso, quienes son los dos más fuertes representantes del grupo del exgobernador Omar Fayad Meneses.
Si quien cabildeó esa carta de reclamo busca ahondar las diferencias entre el gobierno estatal y la representación universitaria en el Congreso, parece haber logrado, además, dividir al maltrecho grupo de expriistas que ya habían manifestado diferencias en el seno de su bancada.
Esta diferencia podría ser de menor cuantía de lo que en realidad parece, sin embargo a la luz de los hechos, el “hombre fuerte” de la actual administración tendrá que hacer algo más que una disculpa para zanjar el pleito que desató de forma innecesaria con una mayoría calificada del Poder Legislativo.
Nobleza obliga.