Las corcholatas arrasarán en Hidalgo
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Con la ley, por supuesto. Si no, veamos:
La ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales dice, sobre las campañas anticipadas, en su artículo 226, que las y los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular que participen en los procesos de selección interna, convocados por cada partido, no podrán realizar actividades de proselitismo o difusión de propaganda, por ningún medio, antes de la fecha de inicio de las precampañas.
La violación a esta disposición se sancionará con la negativa de registro como precandidato.
También prohíbe a las y los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular la contratación o adquisición de propaganda o cualquier otra forma de promoción personal en radio y televisión.
La violación a esta norma se sancionará con la negativa de registro como precandidato o, en su caso, con la cancelación de dicho registro.
De comprobarse la violación a esta norma en fecha posterior a la de postulación del candidato por el partido de que se trate, el Instituto negará el registro legal del infractor.
Toda esta legislación quedará en el anecdotario como letra muerta, o letra asesinada por la simulación.
Con lenguaje farragoso, mendaz y falaz, los actos anticipados de campaña se convierten en “asambleas informativas”, los precandidatos en “coordinadores y guardianes de la transformación”.
Palabras superpuestas en la ley para ocultarla y continuar con prácticas supletorias de un delito electoral.
Sin embargo, el INE ya los tiene fichados y hasta el momento estos actos de la y los precandidatos ya suman 364 quejas electorales.
Según el Sistema Integral de Quejas y Denuncias de la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral del INE, Es Claudia, si, Claudia Sheinbaum es quien más denuncias acumula, con 186.
Esa ley que fue propugnada por el propio presidente de la República en su época de opositor hoy es el mejor ejemplo de la célebre frase que pasará a la historia: “A mi no me vengan con que la ley es la ley”.
Y sin embargo, arrasarán.
Debido a las circunstancias ya comentadas, además del letargo interminable de la oposición en todo el país.
En Hidalgo, el PRI se consume lenta y penosamente. El PAN juega a pintar bardas y remodelar oficinas para no asomar la cabeza. El PRD, el PRD sigue siendo el PRD.
Las corcholatas arrasarán en Hidalgo.