Suponiendo…sin conceder 

Suponiendo…sin conceder 

Carolina y el método; Omar y la bomba.

El método para elegir candidatura en la alianza Va por México será definido entre las dirigencias de los tres partidos que la integran.

Ya no será la del PAN la que defina la candidatura, como fue el acuerdo hecho por los tres partidos apenas el 12 de enero pasado.

Los dirigentes de los tres partidos aliancistas dieron, ese día,  una conferencia conjunta donde se anunció que el Partido Acción Nacional decidirá la candidatura presidencial para la elección de 2024, a cambio, el PRI definió las estatales de Coahuila y Estado de México.

Sin embargo, ese acuerdo no sobrevivió la prueba del matraz, al primer calentón reventó.

Ayer, en entrevista con CentralMXnoticias, la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano, reveló que el PAN “lleva mano”, pero nada más. 

También, que el método se vislumbra, sin tener claridad de qué perfiles podrían participar, como una encuesta en la que el ganador será quien más trabajo de tierra y reconocimiento tenga entre las militancias. 

Tampoco hay mucho de donde elegir, ni mucha idea de cuál será la estrategia que prosiga al método de elección.

Los rivales están cantados, en función a ello la alianza opositora deberá analizar su formación de combate, con el poco parque y soldados desgastados que le quedan. 

No se avizoran grandes avances de aquí al 26 de junio, 16 eternos días en que el adversario avanza mientras la alianza ni siquiera se ha levantado de la cama. 

PALABRA ES ACCIÓN 

Se fue Omar Fayad del PRI, el último gobernador priista de Hidalgo, el más votado en la historia del estado, pues, sin caer en el dramatismo, se antoja imposible que ese partido regrese a gobernar el estado en muchos sexenios. 

Se fue y se llevó sus activos y dejó sus negativos. 

Las señales del Palacio Nacional ya han hablado, dicen que le tocará la tan temida Embajada, premio para quienes osaron no violar la ley e intervenir, como Gobernante, en un proceso electoral.

Pero como en este país se le reprocha a alguien cuando no viola la ley teniendo la oportunidad y sabiendo que no habrá consecuencias, a Fayad Meneses, sus ahora excorreligionarios,lo señalan de traidor.

Vendrá, después de la embajada, la oportunidad de recomponer el camino de cara al próximo sexenio, ya en otra trinchera, con otros colores.

La renuncia de Fayad Meneses al PRI no es un tema menor, es un fuerte  golpe anímico de cara a la próxima batalla electoral que se fragua, con una lentitud pasmosa, en las trincheras de la Alianza Va por México.

Un candidato ganador se va y deja las ya de por sí menguadas filas priistas aún más famélicas, como dice el clásico priista, “caballada flaca” la que va a encarar el proceso de selección de la candidatura presidencial. En las actuales circunstancias, esa candidatura no saldrá de las filas priistas.

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